Introducción al problema del
Tíbet
Invasión del Tíbet:
China invadió el Tíbet en
1949.
El gran problema siempre ha sido el
límite territorial del Tíbet, ya que una
porción importante del territorio chino es de
civilización tibetana: todo el Qinghai, partes del
Xinjiang, del Sichuan y del Yunnan. Esto representaba un
conflicto de poderes, entre el régimen comunista
presidido por Mao y la tradicional sociedad budista.
La invasión del Tíbet,
según los chinos, significaba la liberación de
aquellas tierras, el inicio del progreso para los tibetanos y
el librarse del yugo al que los tenían sometidos los
monjes.
En China, había triunfado la
revolución comunista, con Mao Zedung a la cabeza.
El nuevo régimen surgido tras la
revolución, intentó eliminar la religión
ya que la consideraba la causa de todas las desgracias y
calamidades que desde el principio de los tiempos habían
azotado a la población. Además, la
religión era la autoridad que le hacía la
competencia al del gobierno de Mao.
La religión budista, en sus
diferentes sectas, estaba muy extendida por el territorio
dándole una identidad nacional. El gobierno
revolucionario la veía como un peligro para sus
proyectos, así que intentó acabar con ella y la
nación tibetana invadiendo el Tíbet.
El 7 de octubre de 1950 el ejercito chino
entró en el Tíbet. El gobierno tibetano
intentó detener la invasión mediante la
diplomacia, su líder era Tendzin Gyamtsho, el XIV Dalai
Lama, de apenas 15 años de edad y todavía en
proceso de formación para asumir sus responsabilidades.
En una reunión el 23 de mayo de
1951, Mao, de forma aparentemente amable pero realmente
sibilina, indujo al joven Dalai Lama, posiblemente impresionado
por la personalidad del lider chino, a firmar el
“Acuerdo de los Diecisiete Puntos” que
proclamaba la "liberación pacífica" y
la anexión del Tíbet a China. En este acuerdo,
China se comprometía a respetar las tradiciones e
instituciones tibetanas, pero las obligaba a someterse a su
voluntad.
Tal fue el influjo que ejerció Mao
en ese momento sobre el Dalai Lama, que este, en un principio,
llegó incluso a pensar en una convivencia positiva y
fructifera con el comunismo tal como Mao se lo había
explicado.
La Reforma Agraria y la Resistencia
Tibetana:
En las provincias del Kham Oriental y
Amdo, China aplicó la “Reforma Agraria”, lo
cual implicaba la perdida de la posesión de las tierras
por parte de los lamas y la aristocracia tibetana. Como
consecuencia, en Junio de 1956, estalló una
rebelión en estas dos regiones, dando lugar al
nacimiento del “Movimiento de Resistencia
Tibetana”. Este movimiento de resistencia, culminó
en una guerra de guerrillas a gran escala en el Tíbet
Oriental.
En 1957, los jefes de la resistencia de
Kham formaron en Lhasa el movimiento de guerrillas llamado
“Chushi Gangdruk” (Cuatro Ríos, Seis
Cordilleras), dando origen a un ejército de guerrilleros
para luchar contra los Chinos.
Toda esta situación culminó
el Marzo de 1959 en una gran revuelta en Lhasa, duramente
reprimida por el ejercito Chino y que dió lugar al
llamado “Alzamiento Nacional Tibetano”, a partir de
ese momento, el gobierno tibetano tuvo que huir del
país, instalándose en Dharamsala, al norte de la
India., formando el llamado “Gobierno tibetano en el
exilio”.
Intervención de la CIA:
Antes de ninguna intervención
americana, ya existía en el Tíbet un movimiento
de resistencia contra la invasión china, sin embargo,
según nos muestran los documentos desclasificados por el
gobierno de los Estados Unidos, en 1958, justo un año
antes del levantamiento tibetano de 1959, el entonces
presidente americano Eisenhower aprobó un plan por el
que la CIA (Agencia Central de inteligencia americana),
ayudaría al gobierno tibetano en contra del
régimen chino.
No es que a los americanos les importase
el Tíbet, pero vieron una ocasión para atacar al
comunismo.
Para ello invirtió 1700000
dólares anuales, en los que estaban incluidos 180000
dólares para el Dalai Lama, durante toda la
década de los 60.
Los objetivos de la CIA eran:
- Sacar al Dalai Lama del Tíbet.
Para proteger su vida y que fuera operativo desde el exterior.
- Crear una guerrilla tibetana que
operase desde Nepal.
El programa de la CIA incluía
apoyo a la guerrilla tibetana en Nepal, una sede clandestina de
entrenamiento militar en Colorado, Casas del Tíbet,
establecidas para promover la causa tibetana en Nueva York y
Ginebra, educación para los operadores tibetanos en la
Cornell University y provisiones para equipos de
reconocimiento.
El agente Bruce Walker, fue el encargado
de supervisar las operaciones de los agentes tibetanos
entrenados por la CIA.
El propósito del programa era
crear una fuerza de resistencia anti comunista ante posibles
episodios políticos dentro de China, según
explica un memoramdum escrito por altos funcionarios de
inteligencia de Estados Unidos.
La inversión de la CIA en este
asunto duró toda la década de los 60, durante los
mandatos de los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B.
Johnson, hasta el año 1968. A partir de entonces se
suprimieron los programas de entrenamiento para tibetanos
dentro de Estados Unidos y se redujo el presupuesto del
programa a 1200000 dólares anuales.
En 1969, tomó la presidencia
americana Richard Nixon que ejerció este cargo hasta
1974 y, a principios de los 70, cuando el nuevo presidente
estableció relaciones diplomáticas con China, se
terminó la ayuda de los Estados Unidos a la causa
tibetana.
El “Alzamiento Nacional
Tibetano” y el exilio:
El Dalai Lama vivía en la capital
del Tíbet, Lhasa, en el palacio de Norbulingka y
recibió una invitación del gobierno chino para
asistir a una representación cultural el día 10
de Marzo de 1959.
No podemos saber las intenciones del
ejecutivo de Mao pero se corrió la voz de que los Chinos
pretendían secuestrar al líder tibetano.
A pesar de que los chinos ya hacía
nueve años que estaban en el Tíbet, para los
tibetanos, la idea de que fueran a secuestrar a su líder
religioso y nacional, fue algo intolerable que hizo que la
población se echara a la calle.
La multitud rodeó el palacio de
Norbulingka y bloqueó las calles aislándolo para
proteger a su líder. Esta situación de caos se
mantuvo durante 6 días, al cabo de los cuales, las
autoridades chinas advirtieron de que, si la multitud no se
disolvía, bombardearían el palacio. La multitud
no se disolvió y China cumplió su amenaza.
A estos hechos sucedidos en Lhasa ese
marzo de 1959, se les conoce como el “Alzamiento Nacional
del Tíbet”, el momento en el que el Tíbet
se reveló masivamente contra China.
Como consecuencia de este
“Alzamiento Nacional Tibetano” el gobierno del
Tíbet tuvo que exiliarse en la India, formando
allí el “gobierno en el exilio”. A lo largo
de los años, también han llegado a la India una
gran cantidad de tibetanos escapando de la represión.
Por su parte, los agentes de la CIA
hacía tiempo que se habían planteado que el Dalai
Lama, que entonces ya tenía 23 años, se marchase
del Tíbet, ya que consideraban que eso era mejor para
los intereses de los Estados Unidos, que no pensaban abrir un
conflicto directo con China y les resultaba mas útil un
Dalai Lama operando desde el exterior.
Nehru, el presidente indio, ya
había aceptado acoger al gobierno en el exilio y a los
refugiados tibetanos, a estos refugiados los utilizaría
para la construcción de carreteras.
El Dalai Lama, durante estos sucesos de
marzo, se había negado a marcharse para no abandonar a
su pueblo pero, habiendo llegado la revuelta en Lhasa,
consultó el oráculo de Nechung, tal como
hacía siempre que tenía que tomar una
decisión importante.
El monje que interpretaba el
oráculo, se puso en trance y recibió la respuesta
de este, el oráculo decía que el Dalai Lama se
debía marchar del Tíbet acompañado por su
Hashag (consejo de ministros) y como hacerlo.
Así que vestido con un traje negro
con el que pasar desapercibido, el Dalai Lama, su familia y
acompañantes, salieron de Lhasa y fueron al encuentro
del grupo guerrillero que les debía de conducir a la
India. La travesía a través de las
montañas duró 12 días, al cabo de los
cuales, el Dalai Lama llegó al destino enfermo de
disentería.
En ese grupo guerrillero había un
joven americano comprometido con la causa tibetana, era un
agente de la CIA, el mismo que anteriormente se había
puesto de acuerdo con el monje encargado de interpretar el
oráculo de Nechung, para que le dijera al Dalai Lama que
debía de abandonar el Tíbet.
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